Entre las palabras pueden establecerse relaciones significativas que las organizan en diferentes campos semánticos. Los campos semánticos pueden configurarse de tres maneras diferentes: configuración ramificante, configuración de oposición y configuración de identidad.
Las configuraciones ramificantes organizan las palabras a partir de rasgos comunes: por ejemplo, el campo semántico “muebles” incluiría “silla”, “mesa”, “cama”, etc., porque todas esas palabras tienen el primer sema común, es decir, todas designan tipos de mueble. Dentro de las configuraciones ramificantes podemos distinguir dos tipos:
Relaciones género / tipo: cada palabra incluye una serie de otras palabras que tienen rasgos comunes y a su vez se diferencian entre sí por otros rasgos. El término superior, que emgloba a los demás, se llama HIPERÓNIMO, mientras que los términos englobados son los HIPÓNIMOS. Los hipónimos de un mismo nivel son COHIPÓNIMOS entre sí.
Animal---------Mamífero----------Felino---------gato, león, tigre, leopardo ...
HIPER HIPO/HIPER HIPO/HIPER COHIPÓNIMOS
Relaciones todo / parte: a veces el término superior no incluye los significados de los inferiores, que no son más que una parte de un todo mayor.
Cuerpo---------Cabeza----------Cara-----------Ojos----------Cejas
Es importante señalar que en este caso no se generan hiperónimos e hipónimos: en el primer ejemplo, “gato” implica que es “felino”, “felino” implica “mamífero” y “mamífero” , “animal”. Sin embargo, “ojos” es una parte de la “cara”, pero sus significados son diferentes y no tienen ningún rasgo común.
Las configuraciones de oposición generan ANTÓNIMOS, palabras de significado opuesto. Los antónimos pueden ser:
• Graduales: son los extremos de una oposición escalar: caliente/frío, alto/bajo, grande /pequeño...
• Complementarios: se excluyen mutuamente, la afirmación de uno elimina la posibilidad de que exista el otro. Son incompatibles entre sí:
• Recíprocos o inversos: se implican mutuamente, describen la misma realidad desde puntos de vista contrarios. El significado de uno implica necesariamente la existencia del otro, es decir, noPUEDE existir uno si no existiera el otro:
: más/menos, comprar/vender...
Las oposiciones de identidad generan SINÓNIMOS, palabras con el mismo significado. Podemos distinguir entre tres tipos de sinónimos:
• Completos o perfectos: equivalen siempre y en todos los casos (son muy infrecuentes): morir/fallecer...
• Contextuales: son sinónimos en contextos determinados, y no en otros (es lo que ocurre siempre con las palabras polisémicas): móvil/movible, móvil/motivo, móvil/celular...
• Connotativos: son palabras con un mismo significado connotativo, aunque no denotativo: rojo/comunista, verano/vacaciones...
Homonimia: Se trata de palabras con el mismo significante pero con significados diferentes. Hay que entender que, aunque suenen igual, son palabras distintas, para no confundir este fenómeno con el de la polisemia. En el diccionario, por ejemplo, suelen aparecer en entradas diferentes. (Ej: pupila (del ojo/alumna), banco (de arena/de dinero)
Polisemia: Es la pluralidad de significados asociados a un mismo significante. (Ej.: “ley” no significa lo mismo en “Nadie puede ir en contra de la ley.”, en “El Parlamento ha votado a favor de esa ley.” o en “Me venden plata de ley.”) No se trata de anomalías, coincidencias o irregularidades, sino de un fenómeno de base de las lenguas naturales, esencial en su funcionamiento, ya que estás necesitan nombrar innumerables realidades con un número de términos limitado. La monosemia, es decir, el que a un significante le corresponda un solo significado, es extraña en la lengua y suele darse sobre todo en el lenguaje técnico.
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